Sagua la Grande es una ciudad de la provincia de Las Villas, cerca de la costa norte. Situada en la llanura norte, formando una amplia franja de terreno llano entre la sierra de Jumagua y el mar. La atraviesa el río Sagua La Grande, que le da nombre, y que es además el tercer rio más largo de Cuba.
El nombre de “Sagua” (Cagua) es de procedencia indígena cuyo significado era "lugar de mucha agua", al igual que “Sabaneque” significa “llanura pequeña” y así llamaban al territorio que se extendía desde el río Sagua la Chica hasta los límites de la provincia de Matanzas. Por su parte “Sabana”, era “llanura grande” y se localizaba desde el río Sagua La Chica hasta los límites de Camagüey. Posterior a la conquista española, el nombre de “Sabaneque” fue sustituido por el de “Jurisdicción de Sagua la Grande”, y el de Sabana por el de “Jurisdicción de Remedios”. Ambos en la provincia de Las Villas.
El primer barrio que se conoce es Carahatas, donde en 1512, durante la expedición de Pánfilo de Narváez, estuvo el padre Fray Bartolomé de las Casas compartiendo con los primeros habitantes sagüeros. En la zona se han descubierto decenas de sitios arqueológicos y han encontrado unas enormes hachas de mano que ha puesto a los arqueólogos cubanos en una verdadera encrucijada investigativa.
La fundación oficial de la ciudad, por Don Juan Caballero, ocurrió el 8 de diciembre de 1812, aunque ya existía un asentamiento en este sitio desde finales del siglo XVII y algunos asentamientos de madereros en sus alrededores. Llamada “la costa de oro”, por sus riquezas forestales, muchas sociedades madereras se movieron por estas tierras durante los siglos XVII y XVIII. “Los cortes”, como se les conocía, abastecían a los astilleros de La Habana y en ocasiones hasta los propios astilleros y construcciones europeas. Casi toda la madera del “Palacio-Monasterio de El Escorial” de España, fue extraída de los antiguos bosques sagüeros.
Ya desde 1792 existía en Sagua una vega de tabaco propiedad de Juan López Solén. En 1796 había un almacén de sal. Domingo Antonio Caballero, asociado con Juan Caballero, Antonio José Díaz y José Vela, compran una vega de tabaco. El poblado crecía y se hacía necesario organizarlo, por lo que Juan Caballero decide fundarlo y realiza el consiguiente reparto de solares.
Bajo el impulso de los Caballero, la protección del Marqués de San Felipe y otros propietarios de haciendas, vino la instalación de dos pequeños ingenios, y con la fertilidad probada de aquellos terrenos, comenzó la afluencia de nuevos habitantes. Se construye una pequeña ermita y se celebra la primera misa. A partir de ese entonces la población experimentó un mayor crecimiento y desarrollo. El 3 de junio de 1817 fue creada la Capitanía y en 1822 el Ayuntamiento.
Un incendio destruyó la población, lo que sirvió para recomenzar de nuevo y con mejores materiales. En 1827 contaba con 81 nuevas viviendas y su población ascendía a 463 vecinos. En 1830 ya tienen escuela, cuyos gastos costeaba el vecindario.
Esta prosperidad condujo al otorgamiento en 1866, por la reina Isabel II de España, del título de “Villa de la Purísima Concepción de Sagua La Grande”.
Durante el siglo XIX contaba la Región con la cifra de 170 Ingenios Azucareros que se beneficiaban de un Ferrocarril y de un Puerto Marítimo muy importante que ya por esta época se encontraba entre los principales de Cuba. Estos primeros ingenios se fueron demoliendo o fusionando en otros mayores a los que se llamaron Centrales Azucareros. Sagua tenía quince de estos grandes centrales: Santa Teresa, Resulta, Corazón de Jesús, Ulacia, Unidad, San Isidro, Santa Lutgarda, Macagua, Ramona, Resolución, María Antonia, Washington, Constancia, Purio y Nazábal.
Alrededor del año 1852, Don Juan Miranda, isleño de Canarias, construye el primer Astillero el cual toma fama en muchos puertos de Cuba por la calidad de lanchas, botes y chalanas que allí se construían. Unos años después Don Luis Doreste construye el segundo, y el tercero fue construido por el Sr. Santos.
Sagua no fue muy afectada por las guerras de Independencia, lo que condujo a un acelerado desarrollo económico en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Se construyeron elegantes edificaciones e importantes obras públicas, como el primer alcantarillado de Cuba (1853), uno de los primeros ferrocarriles de la Isla y el acueducto (1893).
Otras primicias de esta región fueron la construcción del primer buque de vapor cubano (1849); la publicación del primer periódico científico editado fuera de la capital "El eco científico de Las Villas" (1883),; la fundación, por Juan J. de Garay, del primer colegio laico de Cuba "Luz y Verdad"(1886); la instalación de la primera red telefónica del centro de Cuba (1892) lo que la convirtió en la cuarta ciudad cubana con telefonía; el primer partido político fundado al finalizar la dominación española, “Partido Democrático Sagüero (1898) y la fundación del primer centro de enseñanza preescolar en Cuba por Francisco P. Machado. Fui igualmente una de las primeras ciudades cubanas en disponer de energía eléctrica.
Merece mención el amplio y elegante edificio del instituto construido durante la República, considerado entre los mejores de Las Villas, y que fue el único del mundo en contar con un avión para realizar estudios por la cátedra de Geografía.
Adquirió la categoría de “Ciudad Industrial” durante la República, debido no solo a la cantidad si no a la importancia mundial de su producción. Por solo citar algunas: “Fundición Macfarlane”, que distribuía piezas para todos los Ingenios Azucareros de América y otras menores como la Fundición "Maribona y Cia", "Mora y Celaya"; la Destilería “El Infierno”, que distribuía sus alcoholes al mundo (el perfume “Guarlain” se surtía de esta industria) ; “Electroquímica El Caribe”; “LLACAR” fabricaba carretas para la industria azucarera, Taller de Maderas , Fábrica de Curtidos, de Licores , de Helados, de Hielo ("Roselló y Hnos y "Pino y Cía), de Jabones , de Perfumes ("Vivero-Fraga"), de Tabacos (“Castellón y Mill”, “Herrera” y “Artigas”), de Refrescos ("Martínez & Comp" -Shampán Sport), de Cemento, de Dulces (Genaro Sánchez). Imprentas ("Pompilio Montero" y "Palacio y Estrada"”, Marmolería ("Bacallao"), etc...
Aún con la crisis que atravesó la nación en la década de 1920, Sagua, para 1950, era una importante ciudad desde el punto de vista económico. Durante la República fue considerada la “Segunda Ciudad Industrial de la Isla de Cuba”.
Su hermosa ciudad conserva el espíritu neoclásico de su planificación urbana y de su arquitectura, a pesar de sus malas condiciones. El centro histórico de Sagua la Grande fue declarado “Monumento nacional” en 2011, en correspondencia con sus valores arquitectónicos y de conservación.
No existe región de Cuba más rica en leyendas de tesoros piratas que el norte de Las Villas, con centro en Sagua La Grande. Recordemos que por aquí pasaron el inglés Francis Drake (“El Azote de Dios”)(1540-1596); el holandés Cornelius Jol (“Pie de Palo”); el francés Jean David Nau (“El Olonés”); el temible inglés Sir Henry Morgan; el cubano Diego Grillo (“El Mulato”, un pirata negro); el corsario francés Jean Lafitte y los bucaneros holandeses Laurens de Graaf y Rock o Roche Brasiliano, entre los más conocidos.
Me queda mucho por comentarles de esta ciudad, de su patrimonio y sus valores, pero no quiero terminar sin mencionar algunos de los insignes personajes que nacieron en ella y que son orgullo de todos los cubanos:
De Sagua la Grande son los mundialmente famosos Kid Gavilán, la poetisa Rosalía Castro , el pintor Wilfredo Lam, el cantante Antonio Machín, el músico Rodrigo Prats, el mecenas de arte Oscar B. Cintas y muchos más. Imposible no mencionar a nuestro pelotero Víctor Mesa, quien nos ha dado tantos momentos inolvidables a todos los fanáticos de nuestro deporte nacional.
CUBA EN LA MEMORIA 26.11.2013
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