Saturday, April 26, 2014

La Habana acoge por vez primera Serie Mundial de Cliff Diving



Dentro de pocos días, La Habana será escenario de uno de los
espectáculos deportivos más impresionantes del mundo, cuando se inicie
el 10 de mayo la Serie Mundial de Cliff Diving en la emblemática
Fortaleza de los Tres Reyes del Morro, desde la cual saltarán al mar
los principales 14 ornamentalistas del orbe en esa especialidad.

Los competidores, todos hombres, harán su exhibición a una altura de
27 metros, desde una plataforma montada en el farallón a la entrada de
la bahía habanera, consistente en una estructura de acero y aluminio
que sobresaldrá siete metros de altura y unos ocho de saliente, para
evitar riesgos, indicó Rolando Ruiz, comisionado nacional de clavados.

Entre los más destacados estarán el colombiano Orlando Duque, primer
monarca del circuito en 2009 y campeón del orbe de deportes acuáticos
en Barcelona 2013, donde se efectuó por vez primera esta modalidad.

Duque, a pesar de sus 38 años, es uno de los clavadistas extremos más
emblemáticos del universo, pues atesora el título en la edición
pionera de la Serie Mundial (2009) y los subcampeonatos del 2010 y
2012. Solo el fuera de serie británico Gary Hunt, capaz de eslabonar
una cadena de títulos ininterrumpida desde el 2010 y puntero en la
actual campaña con 780 rayas, le antecede. El colombiano, además, es
miembro del comité técnico de la disciplina, y a finales de
septiembre, tras consumarse la parada de Niteroi, Brasil, el día 28,
viajará a La Habana junto a Pedreguera para impartir un taller sobre
cliff diving.

Además de Duque, quien realizó el año pasado las primeras pruebas en
La Habana, cuando se estudiaba la posibilidad de incluir a la ciudad
en la serie, saltarán el ruso Artem Silchenko, número uno del ranking
y dueño del cetro en la edición precedente; y el británico Gary Hunt,
tres veces ganador del evento (2010, 2011 y 2012).

Estos tres saltadores generalmente han sido los máximos dominadores
del torneo, desde que este comenzó sus acciones en 2009, al escalar en
casi todas las temporadas al podio de premiaciones, solo con la
excepción de 2011 y 2012, cuando quedaron sin preseas Duque (lesionado
en la segunda parada) y Silchenko, respectivamente.

También acudirán a esta apertura del circuito el checo Michal
Navratil, medallista de bronce en la versión de 2011; y el
estadounidense Steve LoBue, tercero en 2012, además del mexicano
Jonathan Paredes, bronce en el Campeonato Mundial (2013).

Asimismo, concursarán el británico Blake Aldridge, los estadounidenses
Andy Jones y David Colturi; el polaco Kris Kolanus, el colombiano
Miguel García, los brasileños Jucelino Junior y Edivaldo Keda, y el
azteca Jorge Ferzuli.



Según Ruiz, para esta primera incursión de la capital no habrá
representantes cubanos, debido al corto tiempo de preparación con el
que contaban los dos candidatos y, en pos de evitar accidentes, se
decidió que no asistieran, siempre con la posibilidad de participar en
un futuro si se cumple con el régimen de entrenamiento adecuado.

Tampoco descartó el federativo la posibilidad de que La Habana repita
como sede para temporadas venideras, puesto que las condiciones
naturales del lugar llamaron la atención y despertó el interés de los
organizadores (Red Bull), para tenerla en cuenta como una de las
principales plazas del circuito.

CLIFF DIVING

Es una modalidad atractiva y riesgosa in extremis que desde 2009
comenzó a diseminarse por el mundo y ya cuenta con una veintena de
países que, al menos en una ocasión, han acogido la cita.

Se trata de realizar clavados -cinco los hombres desde 27 metros de
altura y tres las mujeres desde 20-, estar suspendido en el aire
durante tres segundos e impactar el agua de pie a casi 100 kilómetros
por hora.

Nada sencillo, al decir de Ruiz Pedreguera, quien aseguró: "Yo
únicamente llegué hasta la plataforma de diez metros, si me decían que
debía saltar un centímetro más arriba, renunciaba. Justamente a esa
altura, a cinco y 15 metros, preparan sus saltos los exponentes del
high diving. Desde allí, y con la velocidad que se desarrolla, el
impacto de cabeza con la superficie del agua sería mortal", explicó.

Su inserción como disciplina oficial en la XV edición de los
Campeonatos Mundiales de Deportes Acuáticos, en Barcelona, le presagia
un futuro promisorio, y en el caso de Cuba, el otrora ornamentalista
santiaguero de 26 años Yurisbel Caignet, retirado a principios de la
temporada, manifestó su intención de incorporarse a la modalidad.

RADIOGRAFÍA A LA SEDE



Zona desde la que se saltará, y zona prevista para la caída. Morro.

Muchos se preguntarán si el Morro reúne las condiciones para acoger el
sui generis evento. Pues sí, allí se ha llevado a cabo el estudio
minucioso del escenario de competencias: estricta medición de la
profundidad en el área (más de cinco metros), las inmediaciones y la
altura del peñón saliente.

En el caso del Morro, consta de 20 metros, por lo que habría que
construir una plataforma de siete metros de altura y ocho
aproximadamente salientes en dirección al mar, para evitar todo riesgo
de choque o accidente con los arrecifes.

"Contamos con el visto bueno de las autoridades del INDER, tras las
debidas coordinaciones a través de la Federación Cubana de Natación y
su comisionado Rodolfo Falcón, además de los contactos con Capitanía y
demás instituciones involucradas. Eso le permitirá al público
capitalino ver desde el malecón a los 12 ó 14 mejores high divers del
orbe -debidamente escogidos por los directivos de la modalidad-
ejecutando sus mortales y giros, ahondó Ruiz Pedreguera, quien afirmó
que, a pesar de la altura y por consiguiente el riesgo en las
ejecuciones, el deporte es menos complejo que el clavado convencional.

Hasta el momento no se registran accidentes fatídicos en cuatro
ediciones de la Serie Mundial; incluso, ni siquiera cuando el suizo
Oliver Favre (saltó desde 54 metros el 30 de agosto de 1987 en
Francia) y la estadounidense Lucy Wardle (hizo otro tanto desde 37 el
7 de abril de 1985 en el Ocean Park de Hong Kong) se establecieron
como los humanos recordistas en lanzarse al agua desde las alturas.

Saturday, April 19, 2014

UN CUBANO EN EL TITANIC – SERVANDO OVIES



(Publicado por D. Jácome)
El día 14 se cumplieron 102 años del hundimiento del “RMS Titanic” y esto me motiva a retomar un tema de esta página que realicé a partir de la publicación en Internet de la lista completa de pasajeros del trasatlántico más famoso de la Historia, donde pude confirmar un hecho, desconocido por muchos cubanos, de la muerte en tan histórico hundimiento de un cubano, de origen español, que residía en la Isla. ¡No podíamos faltar!
En el año 1891, Servando Ovies, con solo quince años llega a La Habana desde Avilés, como tantos asturianos, en busca de un futuro mejor. Fue a trabajar en la fábrica de ropas el “Palacio de Cristal”, de su tío José Rodríguez y empezó limpiando baños, pero no tardó en ascender de posición. Muy hábil y trabajador, adquirió los conocimientos del manejo de la empresa y logró convertirse en codueño de la fábrica. Entre sus cometidos profesionales eran frecuentes los viajes a Manchester o París, en busca de tejidos con los que renovar las existencias, y en busca de ventajosos contratos con los proveedores.
En el que fuera su último viaje, primero visita a su madre en Avilés y posteriormente recorre Francia e Inglaterra para importantes citas de trabajo. Después de varios meses fuera de su hogar y antes de su regreso a Cuba, tenía previsto un viaje a New York.
En París lo sorprende la noticia de la partida del “Titanic”, un coloso, un gigante transoceánico considerado insumergible, una belleza de la ingeniería naval dispuesta a romper todos los récords allende los mares. Sin dudarlo, reserva un camarote de primera clase en el “Titanic”. Su número del boleto de viaje era el PC 17562 con derecho a alojarse en el camarote D 43, en la cabina de Primera Clase, donde viajaban los pasajeros de más posibilidades económicas.
La más que conocida tragedia del Titanic puso fin a la travesía inaugural del “RMS Titanic”, que comienza el 10 de abril de 1912 saliendo del puerto británico de Southamton con destino a New York, con escala prevista en el puerto francés de Cherburgo, donde debía recoger pasajeros.
En esta escala, penúltima parada del barco, es que aborda. También lo hacía el multimillonario más grande entre todos los pasajeros, el estadounidense John Jacob Astor, que regresaba a los EE.UU después de su larga luna de miel. Según la revista asturiana “La Nueva España”, llevaba consigo en el camarote doce cajas de algodón y puntillas fletados a su nombre por la compañía neoyorkina Clafin H.B. & Co.
El Titanic, ya en el océano Atlántico frente a las costas de Terranova, impacta contra un iceberg en el lado de estribor. Esto ocurre el dia 14 a las 23:40, y se hunde en menos de tres horas, a las 02:20, lo que constituye, hasta nuestros días, uno de los mayores desastres marítimos ocurridos en tiempos de paz.
La noticia de la catástrofe se propaga por todo el mundo de forma casi inmediata y la esposa de Servando, Eva López del Vallado, que afortunadamente no le había acompañado en este viaje por su estado de gestación, recibe la confirmación definitiva de su muerte a través del diario habanero “El Comercio”, que estaba al servicio de los emigrado españoles en la Isla. Servando tenía 36 años al morir.
Su cuerpo fue rescatado del mar, el mismo día 15 de abril, por el barco norteamericano “Mackay Bennett” y su cadáver clasificado con el número 189 en la relación de victimas de trágico accidente. Es trasladado posteriormente a Halifax, donde su primo, José Antonio Rodríguez, compañero de la emigración, reconocer su cuerpo. Aunque sus descendientes no tienen certeza alguna de este dato, se cuenta que exhumó el cadáver y le dio cristiana sepultura el 15 de mayo de 1912.
El “Palacio de Cristal”, símbolo de la fortuna de Servando Ovies, había surgido en 1850, en un pequeño lugar de la calle Mercaderes en La Habana y debe su nombre a la fama mundial que tenía en aquel momento el “Palacio del Cristal de Hielo”, en Londres, en los años de mayor esplendor de la reina Victoria de Inglaterra. Era un típico establecimiento regentado por asturianos, la mayoría parientes o vinculados por relaciones de antigua vecindad.
Después de la llegada de Servando a Cuba, en 1898, se traslada el negocio a la esquina de Muralla y Habana, donde radica hasta 1922 cuando se asienta definitivamente en Aguiar 569. Los años iniciales del siglo XX fueron de crecimiento económico y de bonanza para los negocios de la Isla, y la modesta fábrica expendedora de telas terminadas en Europa, se convierte en una sólida empresa de ropas, por su alta calidad en la confección de sábanas, pitusas (jeans) y guayaberas.
Bien asentado económicamente en la Isla y con prestigio en lo profesional, Servando contrajo matrimonio el 16 de julio de 1909 con Eva Matilde López del Vallado, una dama cubana, también de origen español, con la que tuvo un hijo. Su vida era por entonces la de un acaudalado comerciante. Vivía en un confortable piso en la esquina de las calles La Habana y Cuba y participaba de la vida social de la colonia asturiana.
Su negocio, “El Palacio de Cristal”, fue condecorado en 1957 con la “Gran Cruz del Mérito Comercial” por ser uno de los más sólidos y prestigiosos comercios habaneros dedicados a la importación de tejidos y la confección. Tres de sus prendas registradas fueron muy populares en toda la isla: las sábanas “Palacio”, las guayaberas “Comodoro” y el pantalón “Comander”. (ABC Madrid, 8 de Mayo de 1957)
No me consta que “El Palacio de Cristal”, de Neptuno y Campanario, perteneciera a esta familia, aunque al parecer también fue un comercio de éxito especializado en loza y cristalería y considerado el mejor en su época. También existió un restaurant con este nombre.
Es posible que los vecinos de la calle Aguiar, en la Vieja Habana desconozcan esta historia o no recuerden el imponente letrero de “El Palacio de Cristal”, pero quizás ahora ya no olviden al asturiano, al cubano que se hundió junto al “Titanic”.
CUBA EN LA MEMORIA 19/04/2014

Monday, April 7, 2014

HOTEL HABANA RIVIERA

HOTEL HABANA RIVIERA


(Publicado por D. Jácome)
El “Hotel Habana Riviera” se inauguró el 10 de diciembre de 1957 y fue tal su promoción previa, que desde el día de su inauguración ya tenía reservadas todas las habitaciones para la temporada turística de 1957-1958. El 18 de diciembre el hotel es bendecido por el Cardenal Monseñor Manuel Arteaga y seis días después se anuncia el debut en su cabaret Copa Room, de la soprano Jean Fenn del “Metropolitan Operan House” y de una revista musical.
Su construcción se inició en 1956, con el proyecto de Obras de la “Construcción Corporation S.A.”, integrado por Charlie Bacón, Arthur Fedelman y Bartolomé Bastard. Su propietario, Meyer Lansky , se inspiró para la construcción en el “Riviera Casino” de Moe Dalitz, en la calle más famosa de Las Vegas. Lansky no quería estar sujeto a las leyes de Estados Unidos o al escrutinio del FBI y consideró que La Habana era el lugar ideal para ampliar sus inversiones.
Lansky exigía que el Hotel se construyera en solo seis meses, por lo que algunos arquitectos declinaron su invitación, la que es finalmente es aceptada por Igor Boris Polevitzky, uno de los decanos de la arquitectura moderna de Miami, junto con Irving Feldman, que tenía construidos una docena de prestigiosos hoteles y bloques de apartamentos en Miami Beach y quien actúa como contratista general del proyecto. Los planos originales del hotel se trazaron en Miami por el “Feldman Construction Corporation” y por el arquitecto cubano Manuel Carrera Machado.
Fue construido a un costo de EE.UU. $ 8 millones, la mayor parte de los cuales fueron proporcionados por el “Banco de Desarrollo Económico y Social” (BANDES), un banco estatal de desarrollo creado por el entonces presidente , Fulgencio Batista.
Aprovechando su inmejorable ubicación en el litoral habanero, la disposición de su planta en forma en “Y”, favorecía las visuales al mar desde varios ángulos, lo que permite que todas sus habitaciones tengan vista al océano. Fue el primero de su tipo, en Cuba, con aire acondicionado central. Otro de los elementos originales de su arquitectura es la presencia de la cúpula del Casino, revestida con cerámicas verdes y azules, cuyas características se perciben desde el exterior, dando un toque muy particular al conjunto.
Sin dudas también original es la escalera dorada helicoidal que caracteriza el vestíbulo del hotel, que funciona simultáneamente como un elemento escultórico que conduce hacia el piso inferior, quedando suspendida en el aire en su parte superior sin llegar a ninguna parte.
Su cabaret, el “Copa Room”, considerado una maravilla de la electrónica, estaba equipado para cualquier efecto necesario para sus espectaculares producciones. Aquí se realizó la inauguración del Hotel, con un show bajo la dirección de Jack Cole, con la afamada estrella norteamericana Ginger Rogers.
Otro hecho significativo acontecido en este hotel, ocurrió cinco semanas después de inaugurarse. El 19 de enero de 1958 el popular “Steve Allen Show”, programa de variedades más importante de la televisión norteamericana, emitió desde este hotel un programa de más de una hora de duración que mostraba gran parte de sus instalaciones. Junto a la presentación de espectaculares bailes, en el vestíbulo y alrededor de la piscina, el presentador promocionaba constantemente, las cualidades del hotel. El programa fue visto por millones de personas de Estados Unidos y Canadá.
La decoración fue concebida y realizada por el decorador Albert B. Parvin del “Parvin - Dohrmann Co.” de Los Angeles. Lansky también contrató a dos grandes artistas cubanos, el muralista Rolando López Dirube y el escultor Florencio Gelabert , quien diseñó la esculturas de mármol blanco, “La sirena y el pez”, al frente de la puerta principal, y "Ritmo cubano", la gran escultura de lobby realizada en bronce. En el bar del Casino se encuentra la serie íntegra “Los Músicos” de Cundo Bermúdez, la única obra completa de este artista en Cuba.
La lujosa decoración de sus interiores caracteriza todo el hotel, incluyendo sus salones “L' Elegante” y “L' Aiglon”. En este último, los murales contribuyen a dar una nota tropical recreando imágenes típicas cubanas. El salón de cócteles “L' Elegante” contaba con una pista de baile con música latina.
Su gran piscina de agua de mar, de la que disfrutara Esther Williams, estaba rodeada de 75 cabañas, con dos vestidores y teléfono. Además de los ya citados, entre otros servicios se incluían un restaurante buffet, uno a la carta, un bar grill, un bar abierto las 24 horas, servicio de habitaciones, servicio médico, cambio de divisas y una tienda de recuerdos.
Una vez terminado el hotel, Lansky se instaló en la suite presidencial y nombró a Harry Smith, un “hotelman” destacado de Toronto, como presidente del hotel y a T. James Ennis como director gerente. Por razones que podemos imaginar, el cargo oficial de Lansky era como "director de la cocina", pero realmente controlaba todos los aspectos del hotel, especialmente el casino, que estaba operado por Frank Erickson, Giordino Cellini, Ed Levenson y Dusty Peters.
Para el entrenamiento de los cubanos que trabajarían en el casino contrató en los Estados Unidos a veteranos especialistas en los juegos de azar, que fueron calificados como "técnicos", ya que esto les permitía obtener sus visas por dos años. La acústica del casino fue concebida para que el sonido de las fichas y las máquinas tragamonedas se expandiese a otras áreas del hotel con el objetivo de seducir a otros huéspedes. En sus primeros cuatro meses de funcionamiento el casino daría beneficios por más de $ 3 millones de dólares.
Concebido con la comodidad y el lujo de cualquier hotel de Las Vegas de esa época, fue sin duda uno de los hoteles más lujosos y representativos de La Habana de los 50. Actualmente se encuentra entre los pocos hoteles de su tipo en el continente que han conservado su integridad y autenticidad en el uso, la decoración, los elementos del mobiliario y las obras de artes.
CUBA EN LA MEMORIA 7/04/2014

Friday, April 4, 2014

GRAN PREMIO DE CUBA 1957





(Publicado por D. Jácome)
Es en Francia donde surge la idea de la competición de carreras de autos. Afirman las fuentes que el nacimiento oficial del deporte del motor fue el 22 de julio de 1894, con la organización de la carrera París-Rousen, de 126 Km. El vehículo vencedor era movido por vapor y construido por De Dion y Bouton, uno de cuyos hermanos de fabricación participa anualmente en el Rallye Barcelona-Sitges España, para automóviles de época.
A partir de entonces, sobre todo en Francia, muy pronto florece el deporte automovilístico con una serie de carreras donde gradualmente la misma evolución de los medios va imponiendo unas reglamentaciones todavía inseguras, previstas por vez primera en la “Copa Gordon Bennet”, que puede considerarse la fundadora de las competencias reglamentadas.
En 1903, en La Habana, Honoré y Dámaso Lainé organizan la primera carrera oficial de automóviles de la capital cubana, entre el puente de La Lisa y Guanajay. La distancia recorrida, un camino polvoriento e irregular, era de 40 kilómetros. Solo participaron cinco autos con sus respectivos pilotos, casi todos acompañados por sus esposas y luciendo el vestuario adecuado: guardapolvos, gafas y gorra. El primer lugar de esta competición recayó en Dámaso Lainé, quien con su automóvil francés Darracq recorrió la distancia en 57 minutos.
Los franceses Honoré y Dámaso Lainé, organizadores del evento, eran además los dueños del primer garaje, taller de mecánica y gasolinera que hubo en Cuba. Estaba situada en la Calle Zulueta número 28, y en ella se atendían a los 11 autos, que en aquel entonces, circulaban en La Habana.
A partir de este primer certamen se establece el “Automóvil Club de La Habana”. El éxito obtenido dió lugar a que se organizara la primera carrera internacional el 13 de febrero de 1905 con la presencia y beneplácito del presidente de la recién estrenada República: Don Tomás Estrada Palma. Participaron cinco autos que eran conducidos por tres franceses: el campeón mundial Tracy y los veteranos Fletcher y Birk; y dos cubanos, Ramón G. Mendoza y Ernesto Carricaburo, quienes por primera vez participaban en un certamen.
El piloto nacional Ernesto Carricaburo, al volante de un Mercedes Benz, propiedad del acaudalado Enrique Conill, fue quien se alzó con la victoria e impuso un nuevo récord mundial de velocidad para la época. Este recorrido, también sobre camino polvoriento, era entre Arroyo Arenas (La Habana) y San Cristobal (Pinar del Río). Carricaburo lo realizó en una hora, cincuenta minutos y cincuenta y dos segundos (“1.50.52”). El cubano, acompañado de su mecánico Oscar Martínez, sin ninguna experiencia venció por minuto y medio a Tracey, quien era campeón mundial de Europa.
Como detalle curioso, les comento que en esta época es cuando se establecieron en Cuba los títulos oficiales de chóferes y las primeras regulaciones de tránsito. Entre ellas la de que se prohibía a los autos correr a mayor velocidad que los caballos.
El Gran Premio de Cuba:
En los meses de febrero de los años 1957 y 58 se celebraron en Cuba, el I y II Gran Premio para Autos Fórmula I. En esos mismos días, pero en horarios de la mañana se realizaron además competencias entre Pilotos Cubanos con Autos de Gran Turismo (Sport) y Turismo (Stock), en ellas participaron los mejores corredores del momento en el país.
En 1957 se organiza el primer “Gran premio de Cuba”, una competencia de autos deportivos, y Fangio, reconocido piloto argentino, es invitado a competir y lo hará sobre un Maserati. Fangio es considerado uno de los mejores pilotos del automovilismo mundial de todos los tiempos, en particular por ser quíntuple campeón de Fórmula 1. Mantuvo durante un largo período el récord de más títulos en Fórmula 1, hasta que fue desplazado por Michael Schumacher en 2003.
El circuito de la competencia fué en un trazado en la zona costera de la ciudad de La Habana: el Malecón. En las pruebas de clasificación, Fangio logra un tiempo de 2’04.6” a un promedio de 161,537 Km/h. En la largada tiene algunos inconvenientes que lo relegan al séptimo lugar. Situación que lo fuerza a comenzar un ataque que finalizó recién en la vuelta 68, cuando estando en segundo lugar detrás del Marqués De Portago, éste debe detenerse en el Box.
La competencia fue muy sufrida por los pilotos más aguerridos y poco a poco fueron abandonando Eugenio Castellotti, Harry Schell, Phill Hill y Stirling Moss. Fangio pasa entonces a liderar la competencia, posición que no abandonará hasta la bandera a cuadros.
En 1958, Fangio vuelve a Cuba para disputar el Segundo “Gran Premio de Cuba”. Mientras se encontraba en el Hotel Lincoln, donde se hospedaba, un comando del Movimiento 26 de Julio, lo secuestró durante 26 horas para difundir su lucha. Pese a este episodio, sin su presencia, la carrera continuó y una vez finalizada, Fangio fue liberado. Ese mismo año Fangio decide retirarse como piloto donde mismo había debutado 10 años antes: en el circuito de Reims, conduciendo su Maserati 250F.
El secuestro de Fangio dañó el prestigio de esta carrera… y fue la última.
CUBA EN LA MEMORIA 24/04/2014

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