Saturday, April 19, 2014

UN CUBANO EN EL TITANIC – SERVANDO OVIES



(Publicado por D. Jácome)
El día 14 se cumplieron 102 años del hundimiento del “RMS Titanic” y esto me motiva a retomar un tema de esta página que realicé a partir de la publicación en Internet de la lista completa de pasajeros del trasatlántico más famoso de la Historia, donde pude confirmar un hecho, desconocido por muchos cubanos, de la muerte en tan histórico hundimiento de un cubano, de origen español, que residía en la Isla. ¡No podíamos faltar!
En el año 1891, Servando Ovies, con solo quince años llega a La Habana desde Avilés, como tantos asturianos, en busca de un futuro mejor. Fue a trabajar en la fábrica de ropas el “Palacio de Cristal”, de su tío José Rodríguez y empezó limpiando baños, pero no tardó en ascender de posición. Muy hábil y trabajador, adquirió los conocimientos del manejo de la empresa y logró convertirse en codueño de la fábrica. Entre sus cometidos profesionales eran frecuentes los viajes a Manchester o París, en busca de tejidos con los que renovar las existencias, y en busca de ventajosos contratos con los proveedores.
En el que fuera su último viaje, primero visita a su madre en Avilés y posteriormente recorre Francia e Inglaterra para importantes citas de trabajo. Después de varios meses fuera de su hogar y antes de su regreso a Cuba, tenía previsto un viaje a New York.
En París lo sorprende la noticia de la partida del “Titanic”, un coloso, un gigante transoceánico considerado insumergible, una belleza de la ingeniería naval dispuesta a romper todos los récords allende los mares. Sin dudarlo, reserva un camarote de primera clase en el “Titanic”. Su número del boleto de viaje era el PC 17562 con derecho a alojarse en el camarote D 43, en la cabina de Primera Clase, donde viajaban los pasajeros de más posibilidades económicas.
La más que conocida tragedia del Titanic puso fin a la travesía inaugural del “RMS Titanic”, que comienza el 10 de abril de 1912 saliendo del puerto británico de Southamton con destino a New York, con escala prevista en el puerto francés de Cherburgo, donde debía recoger pasajeros.
En esta escala, penúltima parada del barco, es que aborda. También lo hacía el multimillonario más grande entre todos los pasajeros, el estadounidense John Jacob Astor, que regresaba a los EE.UU después de su larga luna de miel. Según la revista asturiana “La Nueva España”, llevaba consigo en el camarote doce cajas de algodón y puntillas fletados a su nombre por la compañía neoyorkina Clafin H.B. & Co.
El Titanic, ya en el océano Atlántico frente a las costas de Terranova, impacta contra un iceberg en el lado de estribor. Esto ocurre el dia 14 a las 23:40, y se hunde en menos de tres horas, a las 02:20, lo que constituye, hasta nuestros días, uno de los mayores desastres marítimos ocurridos en tiempos de paz.
La noticia de la catástrofe se propaga por todo el mundo de forma casi inmediata y la esposa de Servando, Eva López del Vallado, que afortunadamente no le había acompañado en este viaje por su estado de gestación, recibe la confirmación definitiva de su muerte a través del diario habanero “El Comercio”, que estaba al servicio de los emigrado españoles en la Isla. Servando tenía 36 años al morir.
Su cuerpo fue rescatado del mar, el mismo día 15 de abril, por el barco norteamericano “Mackay Bennett” y su cadáver clasificado con el número 189 en la relación de victimas de trágico accidente. Es trasladado posteriormente a Halifax, donde su primo, José Antonio Rodríguez, compañero de la emigración, reconocer su cuerpo. Aunque sus descendientes no tienen certeza alguna de este dato, se cuenta que exhumó el cadáver y le dio cristiana sepultura el 15 de mayo de 1912.
El “Palacio de Cristal”, símbolo de la fortuna de Servando Ovies, había surgido en 1850, en un pequeño lugar de la calle Mercaderes en La Habana y debe su nombre a la fama mundial que tenía en aquel momento el “Palacio del Cristal de Hielo”, en Londres, en los años de mayor esplendor de la reina Victoria de Inglaterra. Era un típico establecimiento regentado por asturianos, la mayoría parientes o vinculados por relaciones de antigua vecindad.
Después de la llegada de Servando a Cuba, en 1898, se traslada el negocio a la esquina de Muralla y Habana, donde radica hasta 1922 cuando se asienta definitivamente en Aguiar 569. Los años iniciales del siglo XX fueron de crecimiento económico y de bonanza para los negocios de la Isla, y la modesta fábrica expendedora de telas terminadas en Europa, se convierte en una sólida empresa de ropas, por su alta calidad en la confección de sábanas, pitusas (jeans) y guayaberas.
Bien asentado económicamente en la Isla y con prestigio en lo profesional, Servando contrajo matrimonio el 16 de julio de 1909 con Eva Matilde López del Vallado, una dama cubana, también de origen español, con la que tuvo un hijo. Su vida era por entonces la de un acaudalado comerciante. Vivía en un confortable piso en la esquina de las calles La Habana y Cuba y participaba de la vida social de la colonia asturiana.
Su negocio, “El Palacio de Cristal”, fue condecorado en 1957 con la “Gran Cruz del Mérito Comercial” por ser uno de los más sólidos y prestigiosos comercios habaneros dedicados a la importación de tejidos y la confección. Tres de sus prendas registradas fueron muy populares en toda la isla: las sábanas “Palacio”, las guayaberas “Comodoro” y el pantalón “Comander”. (ABC Madrid, 8 de Mayo de 1957)
No me consta que “El Palacio de Cristal”, de Neptuno y Campanario, perteneciera a esta familia, aunque al parecer también fue un comercio de éxito especializado en loza y cristalería y considerado el mejor en su época. También existió un restaurant con este nombre.
Es posible que los vecinos de la calle Aguiar, en la Vieja Habana desconozcan esta historia o no recuerden el imponente letrero de “El Palacio de Cristal”, pero quizás ahora ya no olviden al asturiano, al cubano que se hundió junto al “Titanic”.
CUBA EN LA MEMORIA 19/04/2014

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