Saturday, March 15, 2014

EL CERRO -¿TIENE LA LLAVE?


EL CERRO -¿TIENE LA LLAVE?
(Publicado por D. Jácome)

El Cerro, fundado en el año 1803, surge como un barrio extramural. Comenzó siendo una estancia, luego un ingenio hidráulico azucarero, y más tarde una capitanía de partido que devino barrio de la ciudad. Su fundación data de cuando se trazó la Calzada del Cerro, y con el florecimiento de sus palacetes y quintas alrededor de la Calzada, hacia 1840, comenzó a considerarse como parte de la Habana.

Pero su historia inicia con la presencia aborigen. Comunidades de tradición mesolítica, asentadas en el entorno del Río Almendares, cuyo nombre de “Casiguaya” responde al de una mujer de esa comunidad que prefirió en acto de rebeldía, suicidarse con los hijos en el río, antes que someterse al conquistador.

El 8 de mayo de 1589, Hernán Manrique de Rojas solicita al cabildo de La Habana establecer una estancia y así se convierte en la primera unidad territorial que tuvo el nombre de “El Cerro”. Entre los siglos XVI al XIX, se construyen los acueductos abastecedores de la ciudad: la Zanja Real (1592), Fernando VII (1835) y Albear (1893). La Zanja Real, permitió el surgimiento de las primeras prensas o ingenios de azúcar, los molinos de rapé y otras ramas de la incipiente economía.

Ya desde 1807 estaba lo suficientemente habitado para que se construyera una pequeña iglesia, de tablas y guano (en Santo Tomás entre Peñón y Arzobispo). En 1843 es reemplazada por otra, de una sola nave, a la que se le dio el nombre de “San Salvador del Cerro”, en honor del Capitán General Don Salvador del Muro y Salazar, Marqués de Someruelos, quien no solo ayudó económicamente a la construcción de la iglesia, sino también favoreció el fomento urbano de la barriada. (En esta pequeña parroquia, a finales de los años 40, del siglo XX, el astro del cine mexicano, Jorge Negrete, concurrió como padrino en un bautizo, lo que provocó un gran revuelo entre los habitantes del barrio).

A finales del siglo XVIII se mejoró el camino que conducía de la “Puerta de Tierra” hacia la esquina de Tejas y de allí hacia el oeste a Marianao y Vuelta Abajo, lo que facilitaba las comunicaciones a esta zona. Esto propició que dos acaudalados propietarios que poseían grandes extensiones de terreno, José María Rodríguez y Francisco Betancourt, decidieran construir sus casas, en el año 1803, y fomentar un reparto residencial. La finca fue dividida en lotes y vendidas, en poco tiempo, debido a la belleza del entorno. No tardaron en aparecer las residencias veraniegas.

Pronto se llenó de de suntuosos palacios rodeados de jardines, casas quintas que hacen que fuera el barrio residencial de moda del siglo XlX habanero. En su conjunto arquitectónico podemos destacar: La casa quinta del Marqués de San Miguel de Carvajal, la del Conde de Fernandina, conde de Santovenia, Marqués de Pinar del Río y la de Doña Leonor de Herrera. La barriada residencial que surge a lo largo de La Calzada del Cerro, alcanzó relevancia nacional por sus valores artísticos y arquitectónicos.

A partir del Siglo XIX aparecen las primeras fábricas de fósforos y posteriormente las “grandes” del jabón y perfumería: Sabatés y Crusellas. Poco después se constituye la compañía “Nueva Fábrica de Hielo” que produjo las marcas de cerveza “Tívoli” y “La Tropical”, de lo que ya he comentado.

Durante el Siglo XX el Cerro se convierte en una de las principales zonas de la industria habanera. Crece la industria del calzado, se establecen, entre otras, fábricas de refrescos y bebidas. El Cerro concentró en su territorio la mayor cantidad de fábricas de fósforos del país. Atendiendo al peligro de los incendios para las comunidades del territorio, entre otras razones, actualmente ya sólo queda una, la “Unión de Empresas Productoras de Fósforo”.

También destacable la cantidad de centros médicos -“quintas”- que surgieron en este municipio. En la “Dependientes” (hoy, hospital Diez de Octubre), en 1907, se realizó por primera vez en Cuba y por segunda vez en América una sutura de corazón.

El doctor Bernardo Moas, primer cirujano de la clínica, la practicó a un paciente que aunque solo sobrevivió 18 días tras la operación, se consideró todo un éxito dado el estado de la medicina y los recursos de que disponía el centro. Fue muy elogiado por los doctores Carlos J. Finlay y Joaquín Albarrán. Fue también en “Dependientes” donde funcionó, en 1958, el primer servicio de parto sin dolor que existió en Cuba.

Imposible no mencionar al coloso del Cerro, al más grande estadio de béisbol de Cuba. Inicialmente se le llamó “Gran Stadium de La Habana” o “Estadio del Cerro”(hoy Latinoamericano”). Su construcción se desarrolló en 1946 y fue inaugurado el 26 de octubre de ese mismo año, ante una multitud de 31 000 aficionados. Con su inauguración desplazó al de “La Tropical”, anteriormente el mejor estadio de La Habana.

Por solo mencionar algunos personajes destacados, nuestro primer campeón mundial de Boxeo, Eligio Sardiñas "Kid Chocolate", nació en este Municipio. También nació allí, René Portocarrero, una de las más destacadas figuras de la plástica cubana y uno de nuestros principales artistas del siglo XX .

Y, para concluir, la ya famosa la frase "El Cerro tiene la llave", hecha popular por una contagiosa melodía de la Orquesta“Van Van”, de Juan Formell, está vinculada al hecho de que era en el Cerro donde estaba ubicada la entrada de agua a la ciudad y la sede del acueducto que aún existe hasta nuestros días. Se encuentra en El Cerro el Canal de entrada de La Zanja Real, primer acueducto habanero, que llevó el agua a la ciudad desde 1592 hasta el siglo XIX.

Sin dudas, tiene la llave…

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