Saturday, March 15, 2014

LA CARRETERA CENTRAL Cuba


Publicado por D. Jácome



Es considerada una de las siete maravillas de la Ingeniería Civil cubana y tiene una longitud de 1,139 km, desde Pinar del Rio hasta Santiago de Cuba. El km 0 se encuentra en el Capitolio de La Habana y desde ahí parten sus dos ramas, una hacia Occidente y la otra hacia Oriente.

Desde la época colonial, la Isla estaba necesitaba de una vía terrestre adecuada que enlazara al oriente con el occidente del país. En 1898 existían en Cuba solo 256 km de calzadas pavimentadas y básicamente en los accesos a La Habana. Las dos ciudades más importantes, Santiago de Cuba y La Habana, en los extremos opuestos del territorio, tenían una comunicación tan deficiente y complicada, que resultaba preferible incluso hacer el trayecto por mar.

El llamado “camino real”, era un incómodo e interminable laberinto transitado por carretas, carretones y caballos que transportaban, tanto a personas acaudaladas como a pobres, nacionales, extranjeros o visitantes, que necesitaban trasladarse entre ciudades principales o de menor rango. Era la única vía terrestre existente para transportar mercancías, correos… y no existía otra opción que utilizarla.

El General Gerardo Machado asume la presidencia de Cuba en 1925, con una campaña electoral cuya principal consiga fue: “Agua, caminos y escuelas”. Solo a dos meses de asumir el poder, su Ministro de Obras Públicas Carlos Miguel de Céspedes, anuncia la construcción de la Carretera Central a lo largo de la Isla y también la culminación de la, no menos monumental, obra del Capitolio.

La Secretaría de Obras Públicas emitió el "Pliego de Condiciones", donde se recogían los requisitos que debían contener los materiales empleados en la edificación de esa obra. En cinco de sus secciones, quedaban registrados la descripción de la obra, los materiales de construcción, condiciones y especificaciones para su ejecución, medición, valoración, pago de obras y condiciones especiales.

El 15 de julio de 1925 el Congreso aprobó la ejecución de la Carretera Central, comenzando de inmediato los estudios de campo. El 27 de septiembre de 1926 se celebró la primera subasta a la que concurrieron varias firmas nacionales y extranjeras, aunque ninguna logró conciliar su proyecto con los intereses del Estado.

La segunda subasta se efectúo el 30 de noviembre de 1926 y se adjudicaron a las empresas “Compañía Cubana de Contratistas”, formada por “Arellano y Mendoza” y algunos socios, y la” Warren Brothers Company”, bajo la dirección del ingeniero Manual A. Coroalles quien estuvo al frente de los trabajos en el país.

Comenzó su ejecución el 20 de mayo de 1927 y concluyó el 24 de febrero de 1931. En menos de cuatro años, el país ya contaba con la tan esperada y necesaria vía, que atravesaba de un extremo a otro la isla y brindaba las condiciones idóneas para el movimiento de pasajeros y cargas. Lo que puede considerarse un tiempo récord para la época y representó un gran adelanto para la economía nacional, las comunicaciones y además contribuía al desarrollo del turismo. La construcción comenzó por el pueblo de San Francisco de Paula a un promedio récord de 125,3 km por mes.

Entre otros, se consideraron dos aspectos principales para definir su ruta: Interconectar las grandes zonas fértiles con los principales centros de población; y el máximo aprovechamiento del trazado de los caminos existentes, lo que no solo evitaba la expropiación de nuevos terrenos, sino que además ya estos presentaban un firme consolidado por los años, lo que ahorraba tiempo y dinero. No obstante, un total de 680 km cruzaron zonas por donde no existían más que caminos vecinales.

En su ejecución se siguieron los criterios técnicos de llevar el terraplén hasta el nivel deseado y se consolidaba con un cilindro de tres ruedas. El material que no resistiera la consolidación se retiraba y se sustituía por piedra y gravilla.

Sobre ese material se colocaba a mano una base Telford de 20 cm con rajón, y arriba una capa de rajoncillo de 10 cm, que se cilindraba posteriormente, y luego, sobre ella se fundía una placa de hormigón de 30 cm de espesor y en caso de considerarse se ubicaba acero de refuerzo.

La superficie de la carretera se lograba con hormigón bituminoso y en lugares de tránsito intenso se extendía sobre la base de hormigón una capa de arena de 3 cm y después se situaban adoquines de granito y las juntas selladas con un derretido de mortero hidráulico.

En la medida de lo posible, la Carretera Central siguió el antiguo trazado de los Caminos Reales y mantuvo el ancho de 20 m.

El pago a los contratistas fue de 107 millones 12 mil pesos, que añadido a los gastos de la Secretaría de Obras Públicas en estudios, proyectos, supervisión y control de la obra, resultó un costo total de 111 millones de pesos. Funcionarios cercanos al gobierno desviaron a sus arcas parte del presupuesto destinado a esta obra vial, pero eso ya no nos sorprende, ni antes, ni ahora…

En su construcción se ejecutaron 1 732 obras de fábrica, de ellas, 23 puentes metálicos, 106 cruces a nivel y fueron sembrados 30 mil árboles a ambos lados de la vía. Las obras de fábrica fueron calculadas para soportar 20 toneladas de peso en sus dos vías y la visibilidad mínima en las curvas es de 110 metros, con un ancho de pavimento de seis metros en zonas despobladas y de ocho en las urbanas.

Justo debajo de la cúpula del Salón de los Pasos Perdidos, en el centro mismo del Capitolio Nacional, se encuentra el diamante de 24 quilates que marca el kilómetro cero de la Carretera Central…al menos eso dicen.

CUBA EN LA MEMORIA 15.12.2013

No comments:

Post a Comment

add this

comment box facebook

comment box face